Siempre pensé que estar cerca del mar es una de las mejores terapias.
Me gusta veranear en la costa pero extrañamente disfruto más la playa por la noche, lejos del ruido de la gente y del terrible calor del sol.
Sentir la arena, el viento y el ruido de las olas es un placer que disfruto muchísimo.
Más de una noche me encontré caminando sola por la costa. Y fueron momentos en los cuales me encontré conmigo misma. Momentos de absoluta paz que me desconectaron del mundo por un buen rato… Presenciar un ocaso o un amanecer en la playa es algo más que maravilloso.
Muchas personas me dijeron que disfrutarían mucho más ese momento compartiéndolo con una pareja, y, aunque pienso igual, no me niego la posibilidad de hacerlo cada vez que puedo. Siempre pensé que existen muchos momentos que pueden disfrutarse también en soledad, y no quiero perdérmelos.
El mar me transmite su fortaleza y al mismo tiempo la tranquilidad que necesito…
"El mar es una alianza o un sarcófago
del infinito trae mensajes ilegibles
y estampas ignoradas del abismo
trasmite a veces una turbadora
tensa y elemental melancolía..."
Fragmento de "El mar" de Mario Benedetti.
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