
Todo parece estar indicándome el camino a seguir...
Las situaciones y oportunidades parecen señalar que este es mi lugar y aquí debo construir mi futuro.
Pero a veces cuesta tanto el desapego.
Hoy fue uno de esos días en los que extrañe mucho a mi otra familia... A mis amigos de Tucumán... Uno de esos días en los que desee como nunca estar en mi depto con ellos compartiendo unos mates y una de esas charlas que alegraban mi vida.
Ahora, que estoy por dar un gran paso que instalaría por un buen tiempo (o tal vez para siempre) mi vida en Jujuy, es cuando me doy cuenta que esos momentos hermosos e inolvidables que viví con mis amigos tal vez nunca vuelvan. Al menos no de esa manera.
Esa etapa ya terminó.
Y ahora tengo en frente un nuevo camino. Un nuevo comienzo.
Todo lo nuevo o desconocido genera miedo. Creo que estoy en esa transición en la cual me resisto de alguna forma a desarraigarme completamente de mi vida en Tucumán y al mismo tiempo siento una terrible ansiedad por construir mi vida y MI FUTURO aquí.
Con el correr de los días se ordenaran mis ideas. Seguiré proyectando, soñando y buscando todo lo que quiero para mi vida.
Hoy sé que Dios esta poniendo en mi camino las flores más hermosas que jamas pude imaginar. La mejor forma de agradecer todo eso es regándolas con alegría y entusiasmo. Con ganas de vivir.
De mi dependen que esas flores crezcan o se marchiten.
Hoy, me gano la nostalgia... Pero es parte del proceso. Del cambio y sobre todo de la EVOLUCION.
Aún así puedo reconocer las señales...
Y sigo teniendo la certeza de que este es MI LUGAR.
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