Una de las más hermosas canciones de Ricardo Arjona.
Canción que todavía estremece mi corazón de una manera muy especial.
Canción que marcó una historia de mi vida que hoy recuerdo con nostalgia y a veces con tristeza...
Una canción que habla del tiempo, de amores desencontrados, de amores imposibles, de distancias...
Una canción que expresa la impotencia de amar a una persona que nunca será nuestra... una persona que tiene dueño. Una persona que llegó tarde...
Muchas veces me pregunté (sin encontrar respuesta) porqué existen amores como este...
Amores que dejan sin aliento, que pueden alegrarte la vida por momentos y segundos después hacerte sentir el más profundo dolor.
Amores que consumen más que el corazón, pero amores imposibles al fin...
Él me dijo una vez "son vivencias"...
Tengo grabadas como tinta indeleble sus palabras, su mirada y su último beso.
También guardo en mi, las palabras que nunca pude decirle, los sueños y esperanzas que tenía y todo lo que ingenuamente imaginé.
Hoy es solo una vivencia más. Una historia que nunca fue. Un recuerdo más.
Aunque muchas veces quise reavivar esa historia en mi cabeza y reconstruirla...ya no existe el puente que nos unía... Ahora ya es tarde.
"En la ciudad donde las flores y las estrellas se han muerto..."

Una tarde de febrero que nunca olvidaré, nuestra última tarde...
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