jueves, 30 de septiembre de 2010

Sin tu latido...




Hay algunos que dicen
que todos los caminos conducen a Roma
y es verdad porque el mío
me lleva cada noche al hueco que te nombra
y le hablo y le suelto
una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;
luego apago tus ojos
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido.

Que el final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso,
no te sirva de ejemplo,
hay quien afirma que el amor es un milagro
que no hay mal que no cure
pero tampoco bien que le dure cien años;
eso casi lo salva,
lo malo son las noches que mojan mi mano.

Aunque todo ya es nada,
no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro.
por saber de tu vida
no creo que vulnere ningún mandamiento;
tan terrible es el odio
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,
pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo...

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido...

martes, 28 de septiembre de 2010

Nuevo hogar...



Después de casi dos meses podría decir que lentamente estoy acostumbrándome a "mi nueva casa"...
Algunos días se hicieron muy largos y mas de una vez sentí ganas de agarrar un bolso y volver aunque sea unos días a Tucumán. A veces siento que no puedo encontrarme todavia aqui, pero se que este tiempo es necesario para poder adaptarme y no extrañar tanto.
Pasé por momentos de tristeza, generados por situaciones que no voy a poder cambiar nunca. Algunos días llore de bronca e impotencia, pero todo pasa... y hoy puedo decir que estoy ordenándome en mi desorden.
A veces me acuerdo de el... Es inevitable. Y siento nostalgia por esos momentos que compartimos... Y a veces también lo extraño... Pero se que eso también pasara.

En 10 días vuelvo a Tucumán. Estoy muy feliz de saber que voy a volver a ver a la gente de allá que tanto quiero.
Veremos que sorpresa me tiene preparada este viaje...

Mientras, acepto esta nueva vida como un viaje definitivo a un lugar donde un futuro diferente me espera.

Sigo creyendo que el cambio será bueno.